viernes, 6 de diciembre de 2013

Camisa de once varas


 GUADALAJARADPAmié dic 4 2013 18:34/La escritora cubana Wendy Guerra, que participa en la Feria Internacional del Libro de la ciudad mexicana de Guadalajara, está convencida de que "la cubanía es algo de lo que se puede hablar desde Cuba y no fuera de ella".
Se equivoca mi compatriota Wendy Guerra cuando afirma que de la cubanía no se puede hablar más que desde dentro de Cuba. Se metió en camisa de once varas, como diría alguien que conozco. La cubanía, hablar de ella en tanto identidad nacional, es un derecho. El concepto ha adquirido complejidad y extensión en nuestro caso,  debido a la emigración multitudinaria de las últimas cinco décadas. La cubanía hoy está en todas partes, no sólo en la isla, cada grupo emigrante ha construido su propia identidad, cada cubano en el escenario del país donde vive (y son muchos) la ha conservado, en una necesaria mezcla con el entorno en el que la defiende, hace que ella sobreviva. Porque lo que rara vez pasa con los nuestros es la asimilación total, aún en los casos en los cuales el desprendimiento de la tierra original ocurrió en la infancia, la herencia de lo cubano siempre remite, incluso a los nacidos en otros países, a su origen.
O sea, Wendy, que te estás metiendo con una “diáspora” (y mira que no me gusta esa palabra, ni como suena), que se fragmentó a causa de las ideologías y el  único bastión que tuvo para sumergirse en la realidad “otra”, siempre desconocida, siempre difícil, fue su identidad; o sea, la cubanía. Desde ella, el cubano fue aceptado o rechazado, a partir de ella aprendió a conocer a los demás, se adaptó sin someterse, ofreció al país ajeno lo que en el propio le faltó por dar, con lo cual hizo suya esa nacionalidad y se pudo mezclar al tiempo que se distinguía. Con esa herramienta esencial, creció.
¿Cómo le vas a negar, Wendy, desde el posible privilegio que te da vivir en tu país, el derecho de hablar de su identidad a quienes no residen allí? ¿Te diste cuenta de lo que dijiste? Al negar ese derecho de expresión estás reduciendo la condición de ser cubano, sólo a los límites de la isla. Lo cual me recuerda los conceptos acuñados en los sesenta y aplicados después (para suprimir cualquier atribución, principalmente las de visitar su país y sostener correspondencia con los suyos que se quedaban), a aquellos que trasponían los predios del aereopuerto José Martí con intención definitiva. Fue la época en que se fusionó el calificativo de emigrante (y los afines, como exiliado, expatriado), con los de anticubano y traidor. Una fusión regida por la ideología para marcar con un logotipo de desprecio a todo el que salía de Cuba, aún por razones no vinculadas a posiciones políticas, y fueron muchos. Fusión que nos dividió como portadores de una cultura única y de una sola nación. Hoy esa marginación está en franco retroceso, en virtud de que el resultado de tamaña agresión al concepto indivisible de ser cubano, trajo como consecuencia en cada rincón del planeta donde hay un grupo de estos insulares del Caribe, que nuestra identidad sea más reconocida que nunca, mucho más fuerte y sólida que antes. Ha sido un camino doloroso, aún es un proceso, pero justamente la fragmentación que ese éxodo vivió como castigo y, por tanto, debió debilitarnos, nos fortaleció y expandió nuestra nacionalidad por el mundo.
Hoy, en cualquier país se menciona la palabra cubano y todos los que no lo son entienden  lo que ella significa, pueden describirnos en nuestros rasgos principales, saber como funcionamos en la cotidianidad y a qué aspiramos en la vida.
¿Cómo, mi estimada Wendy, no se va a poder hablar de cubanía más que desde Cuba? La cubanía, en Cuba es una y en España, otra y otra más en Francia, y en Egipto, y en México, y, desde luego en los Estados Unidos. Ensambladas las diferencias que nos aportó el país adoptivo, con los ejes ancestrales y esenciales traídos desde nuestra nación. Muchos cubanos que viven en México, por poner un ejemplo, en un primer momento no se identifican con los comportamientos de los compatriotas que viven en España o en los Estados Unidos, justamente porque la mezcla les añadió rasgos de los mexicanos, del mismo modo que los amigos se apropiaron de otros en sus circunstancias. Sin embargo, sólo hacen falta unas horas de convivencia para que los visitantes se igualen con los visitados, y viceversa, a través de ese eje esencial del que hablo: el modo cubano de ser.     
Es camisa de once varas el tema, Wendy, y por supuesto los largos años de emigración en el caso cubano, lejos de suprimir derechos a los que viven afuera, les debiera conferir algunos otros, tan solo por la persistencia que, pese a las ideologías, han mostrado para seguir siendo cubanos. Que sepa yo, sólo el pueblo judío, muestra semejante terquedad.
Foto: Ena Columbié

6 comentarios:

  1. Minerva, como calificar este disparate....? "la cubanía es algo de lo que se puede hablar desde Cuba y no fuera de ella". No es facil definirlo con una sola acepcion, pero de momento te dire que es: Prepotente, erroneo, servil, sucio, bajo y repugnante, ademas de disparatado....De ser cierto este mandato ideologico-fascista, ni nuestro Apostol Jose Marti podria haber opinado, escrito y dado su vida por la libertad de Cuba ya que su obra fue escrita casi totalmente fuera de Cuba.
    Algo persigue esta muchacha con estas declaraciones oportunistas y fueras de lugar....algin dia sabremos que se trae entre manos.....
    Ivan Canas

    ResponderEliminar
  2. Muy de acuerdo con lo dicho por Iván Cañas y con tu comentario justamente airado. Pero, además, se metió en "camisa de once varas" con aproximarse al tema de los negros en Cuba sin tener la menor idea del asunto. O sea, erró dos veces y, como dicen los mexicanos, se "voló la barda" de la frivolidad. Y no comento la publicitaria foto, muy cruel, con la novela en la mano y García Márquez en su mundo aparte.
    Marta Eugenia Rodríguez.

    ResponderEliminar
  3. He leído con emoción tu escrito.
    ¡BRAVO! Miner, que excelente respuesta...qué bien escribes...¡esa es mi amiga!. Absolutamente de acuerdo contigo.

    ResponderEliminar
  4. Excelente tu comentario acerca de wendy guerra, eres una escritora de altos kilates, estoy orgullosa de ser tu hermana.

    ResponderEliminar
  5. Al fin, un análisis coherente. Gracias.


    Teresa Cruz

    ResponderEliminar
  6. Excelente reflexión, gracias Minerva, te saludo. Orlando

    ResponderEliminar