martes, 28 de enero de 2014

Pacheco

Hoy cedo mi espacio a un texto de mi colega Rita Abreu. José Emilio Pacheco acaba de morir. Reconocido como el gran poeta que es, habrá que recordarlo siempre también como la excepcional persona que fue.

Domingo 26 de enero, 2014
José Emilio Pacheco, muere una tarde soleada de domingo, con el atardecer se va sorpresivamente.  Antes de tiempo nos deja el poeta, en el desamparo, en la noche de estos tiempos incomprensibles.  ¡No te mueras Pacheco, no te vayas! Necesitamos tu voz,  los encuentros fugaces en que contabas historias, historias de familia, como aquella de tu hermana nazi y tus resignadas sentencias: "Así había personas, no te lo explicas, ella era así".
El entrañable José Emilio, el poeta de la ciudad, el que se detenía a conversar con los reporteros, explicándoles que no podía dar entrevistas porque respetaba el acuerdo de sólo dársela a su mujer. Para qué quieres, me mata…   el que pedía paciencia para acabar su cigarro, mientras conversaba lo que había hecho antes de salir ese día de su casa, y resarcía la negativa a las entrevistas con esa charla inesperada y amena que llevaba a cualquier parte…  
El hombre dulce, con voz de niño que no quiere importunar, pero dueño de una prosa que horadaba, nos ha dejado. La noticia es triste, tiñe de gris el año nuevo. Demasiado pronto parte a sus 74 años, aunque él los vivía como si fueran 90, como buen poeta que puede magnificar un grano de arena, que puede penetrar en la mínima escama del tronco de un árbol, que puede sentir un segundo como un siglo bajo su piel.
En Pacheco siempre habitaba un niño azorado frente al mundo, pero también el hombre que vislumbraba el futuro, que se comprometía con sus coterráneos, el intelectual que alza su voz y reclama justicia.   Era también, el hombre cansado y quizá un tanto desilusionado; pero tal vez lo mejor de todo, es que cada quien tiene su Pacheco, cada cual se ha acompañado alguna tarde tibia como ésta con sus palabras y sortilegios, y por lo mismo, cada quien tiene su propio luto por Pacheco.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir tus sentires y tu forma única de tejer con tu tristeza este homenaje a JEP.

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  2. Triste como tú anda esta tierra, cada uno con su sabio, melancólico, dulce JEP dentro. Gracias, amiga.

    Marta E. e Idalia-

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