lunes, 16 de abril de 2018

Marzo en New York


Cada vez escribo menos en el blog, pero cuando lo hago se mantiene la vocación de siempre por este espacio como depositario de lo que pienso y siento sobre algunos de  los temas que me inquietan. Sin embargo, no lo uso como promoción de mi poesía, pues no fue para eso que lo abrí. Hoy inserto aquí mi más reciente poema, escrito tras una visita de fin de semana a New York, en marzo pasado. Un viaje de aniversario que más que eso fue el reencuentro con las amistades entrañables de allá. Al regreso inicié la gestión para la extensión de mi visa por diez  años, que se venció el 9 de abril  y, para mi sorpresa, el trámite no se viabilizó de inmediato. Estoy al inicio de un camino que presiento pedregoso, al final del cual no sé si tendré la oportunidad de visitar de nuevo las ciudades que me gustan, New York y San Francisco, y ver de nuevo allí a las amigas(os), entrar a los museos, caminar por sus calles, detenerme en los puentes y sentarme en los sitios que me traen recuerdos.
Por eso decidí insertar este poema hoy aquí. Cuando lo escribí no imaginaba la posibilidad de que podría convertirse en un texto de despedida de esas ciudades. Desde luego que hay otros lugares, también amados, adonde iré, pero el alma de los sitios la guardan los afectos que en ellos tenemos. Hay una dedicatoria personal en este poema, a la que añado hoy la ciudad, sus recintos, la gente que la habita.   

DÍAS EXTRAÑOS
A Manny, a Margarita, a Juana, a Jacquie. Siempre a Connie y Stacy.

Son los días extraños.
Hay un poeta triste en esta urbe
(siempre lo hay     como en la red de peces)
hay un viento que cruza la ciudad
el rostro helado frente a dos mujeres
hay un segundo en medio del asombro
             I don´t believe
se dice y no lo creen.
Un instante pasó mientras vivíamos.
El tiempo es un relámpago y ocurre
de ciudad en ciudad
                     como estas rachas que cortan las esquinas.
Los encuentros son parte de su luz:
el amor frente a todo
                          las amigas
el poeta deambula en la ciudad
su lugar está aquí frente al embate
palabras            desajustes        hermandades
                          frío y calor          
                     la tarde que aparece
sin saber que es la vida en varios tonos.

El dedal de mi madre me sorprende
                  cual una aparición.
Todo sucede aquí como señal.
Son los días extraños de New York.  

CDMX, 6 de marzo 2018



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